CGT

Probablemente, los nuevos dueños de Intelcia sean gente de palabra. Cuando llegaron en el
verano de 2021 a la empresa nos dijeron que no había motivo de preocupación, que todo seguiría
como hasta entonces.
Y hay que reconocer que eso lo han cumplido. La empresa sigue viento en popa, mejor que
nunca. Los beneficios no dejan de crecer año tras año, llegando este año pasado a la nada despreciable cantidad de 12,6 millones de euros. Nunca habían ganado tanto.
Desde su fundación en el año 1.999 Unísono/Intelcia sólo ha arrojado perdidas un año, y no fue
como consecuencia del negocio, sino como consecuencia del ERE del año 2017. El resto de años
siempre han hecho clin, clin, caja.
En el cuadro que sigue aparecen los resultados de la empresa en los últimos diez años, expresados en millones de euros. Parece más que evidente que la empresa es un negocio redondo.
Pero… ¿y a quienes trabajamos para la empresa cómo nos ha ido?, la respuesta también es
fácil, mal, tirando a peor.
En las páginas interiores de este boletín os vais a encontrar con un artículo donde se aprecia
claramente la perdida de poder adquisitivo que hemos tenido en estos últimos años, pero es que además las condiciones laborales no han mejorado nada. Era por tanto verdad la promesa de los nuevos
dueños de Unísono/Intelica, todo sigue igual de mal para los trabajadores y trabajadoras de la
empresa.
Pero no es una apreciación nuestra, son los datos puros y duros. A continuación, publicamos un
cuadro comparativo del número y tipo de contratos de hace 10 años, 5 años, antes de la pandemia,
antes de la reforma laboral de 2021 y en la actualidad.

A simple vista llama la atención que entre 2012 y 2022 la plantilla ha disminuido en 600
personas, sin embargo, los beneficios en ese mismo periodo se han disparado. No nos hemos
convertido en super agentes que atendemos el doble de llamadas que hace dos años. Esas
600 personas menos que aparecen en la plantilla, en realidad siguen ahí, trabajando, pero que
nosotros y nosotras, son nuestros compañeros de ETT.
En cuanto a las modalidades contractuales se ve también la tendencia de la empresa, utilizar
siempre la más precaria que le permita la ley, cuando no directamente saltándose la norma. Si antes
eran contratos de obra, ahora son interinos y fijos discontinuos.