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MISMOS PERROS CON DISTINTO COLLAR (POR AHORA)

Como ya todos sabéis por el correo de Mª del Pino Velázquez Medina, tenemos nuevos dueños.

Por cierto esta información llegó de manera indirecta a las organizaciones sindicales el día 1 de septiembre de 2021 cuando la venta está formalizada desde el día 6 de agosto de 2021.
Todo parece indicar que los antiguos accionistas han vendido Unísono al Grupo Intelcia, (controlado a su vez por el multimillonario Patrick Drahi a través de Altice Group), a partir de ahí desconocemos demasiadas cosas y eso nos preocupa. No tenemos comunicación formal de la venta, ni parece que tengan intención de hacerlo, ni tampoco de las condiciones en las que se va a llevar a cabo el cambio de acciones y las consecuencias que tendrá para el empleo y los derechos de la gente que presta sus servicios en dicha empresa.

El Grupo Unísono tiene a más de 5.000 personas en activo, además de contar con centros de trabajo en Chile y Colombia. Y se ha caracterizado por llevar a cabo una política empresarial basada
en los enfrentamientos constantes con sus plantillas, con multitud de demandas en los juzgados.

Sandra Gibert, la directora general de Unísono hasta ahora, se ha presentado como la nueva jefa del cotarro. En la reunión celebrada el 2 de septiembre, y en la que no ha participado nadie de Intelcia, (pese a la presencia en la empresa de Karim Bernoussi, CEO y cofundador de Grupo Intelcia).

Lo más destacable de la reunión han sido las manifestaciones de Sandra Gibert sobre las coincidencias de los colores coorporativos de las dos sociedades (no es broma). Por lo demás fue una reunión estéril en la que la CEO de Unísono se ha limitado a decir que nada cambia, que nos ha tocado la lotería (será a ella) y que todos vamos en el mismo barco. Se le ha olvidado apuntar que ella se aloja en la suite y nosotras y nosotros remamos en galeras. Poco más podemos resaltar de la reunión. A las preguntas de CGT sobre teletrabajo o los tipos de contratos ha lanzado balones fuera. En próximos meses iremos viendo dónde se dirige este «barco», pero apostamos que los de siempre seguirán en camarotes de lujo, mientras que el resto continuaremos remando, las contrataciones seguirán siendo precarias, nuestros salarios miserables y el teletrabajo solo se mantendrá si lo quiere el cliente.

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