CGT

Samuel es canario, pero se está “galleguizando” desde que
ascendió a responsable de relaciones laborales a velocidad de
vértigo. Su ascenso se debió a la baja fulgurante de Oscar Lupión,
al que dedicamos el zasca del mes pasado.

¿Hemos salido ga￾nando? ¿Hemos salido perdiendo? Pues a tenor de sus primeras
actuaciones, lo que está claro es que Samuel no aporta nada nue￾vo a la interlocución con la representación legal de los y las traba￾jadoras. Bueno, sí que ha cambiado una cosa: a éste le gusta darnos consejos sobre cómo
realizar nuestra actividad sindical.

Esto de los zascas se está convirtiendo en algo parecido a los Goyas honoríficos. Hay  que repartirlos a toda prisa antes de que desaparezca el homenajeado. Unos pasan a  “mejor vida”, otros non (como los pimientos del padrón), pero lo que está claro es que Sa￾muel va a tener que lidiar con el tremendo atasco que formaron sus predecesores en el
área de recursos humanos (del que él mismo es corresponsable) y, si nos atenemos a la  historia, no le va a dar tiempo antes de que le busquen otro recambio.

Porque Samuel es como esos entrenadores que llegan a mitad de temporada. Salvo por una cosa: desde las alturas del club parece que nadie es￾pera de él que sea un revulsivo. Es más: está aquí para asegu￾rar la permanencia. La permanencia de que todo siga igual en
la empresa y por menor precio que el entrenador que vino a  suplir.

Le deseamos suerte, mucha suerte, ya que tiene por de￾lante retos importantes: para empezar, reconducir las relacio￾nes con la mayoría sindical de esta empresa, que en estos mo￾mentos son hostiles a más no poder. Él, sin embargo, prefiere
referirse a la mayoría sindical señalando sólo a los sindicatos que le dan la razón en todo y que representan menos de un
tercio de la RLT. Además de agriársele el carácter y perder de golpe su dulzura insular, desde que lo han ascendido se le dan  mal los números. Incluso ha afirmado (y por escrito) que en
Unísono no hay constancia de ningún contagio por Coronavi￾rus.

Éste es el nivel