CGT

Nadie puede negar que el oficio de teleoperadoras es uno de los más precarios y de los peor pagados de nuestro país. Esto no ha ocurrido porque sí. No lo ha producido el cambio climático, una aparición mariana o una carambola cósmica. La culpa es de los sucesivos convenios que se han ido firmando el consorcio PATRONAL-CCOO-UGT. Ni uno solo de esos convenios fue sometido a refrendo en los centros de trabajo jamás. Siempre se firmaron por la espalda y siempre causaron el mismo efecto: mayores beneficios para las empresas y mayores pérdidas para los y las trabajadoras. Negar esto es negar los hechos y más de veinte años de historia.

Durante la negociación de este convenio han ocurrido cosas muy curiosas. En 2022 ha habido convocatorias de huelga que no coincidían en fechas por parte de todos los sindicatos. Desde CGT ya dimos nuestra explicación: propusimos unos mínimos acordados previamente a todos los sindicatos, unos objetivos mínimos conocidos por la plantilla para que no hubiera traiciones de última hora por parte de CCOO y UGT. Nos parecía un robo y un engaño plantearle huelgas a la gente sin comprometernos antes todos y todas por escrito sobre QUÉ OBJETIVOS CONCRETOS PERSEGUÍAN ESAS HUELGAS. Esos mínimos eran sencillos de entender: que no se perdiese poder adquisitivo y que se redujera la temporalidad.

Y CCOO y UGT nos dijeron que NO, como nos han vuelto a decirnos que NO en esta última convocatoria que hemos realizado desde CGT el pasado 28 de noviembre. CCOO y UGT convocaron dos huelgas de 24 horas antes del mes de junio de este año y después han dejado de realizar movilizaciones de ningún tipo, sin que haya habido ningún
avance sobre la mesa. Esas huelgas le han costado un dinerito a las personas que las han secundado. Aunque la gente quiera luchar, a ellos les va mejor firmar convenios basura. Estamos un poco cansadas de que usen a los compañeros y a las compañeras como si fueran marionetas.

Y ahora están tratando de dejar muy bonito el siguiente regalo que nos quieren endosar. Un convenio A SIETE AÑOS que será una auténtica condena. Quieren incorporar en el texto todas aquellas cuestiones que la reforma laboral ha modificado, más aquellas otras que CGT ha ganado en los juzgados a las empresas, como la eliminación del artículo 17 y el artículo 18,
y poniéndole ese lazo (de segunda mano) pretenden decirle a la gente que han conseguido sustanciosas mejoras y que por eso se han visto obligadas a firmar.

Quien quiera seguir engañándose, que lo haga si quiere. Pero los datos son tozudos. Que nuestra profesión sea una tremenda basura tiene unos responsables. Y esos responsables representan y han representado a las siglas de CCOO y UGT durante los últimos 20 años