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A Mar Morán, gerente de la campaña Naturgy

Así como hay venenos que es preciso guardar bajo llave, o animales peligrosos que es menester atar en corto para evitar que nos muerdan, no faltan en nuestra “amadísima empresa” cautelas que es preciso abordar en materia sindical y de convivencia elemental. Personalidades a las que hay que es necesario llamar por segunda vez la atención, dado su espíritu reincidente, para que se avengan a razones (si es que ello fuera posible). Porque a pesar de haber expresado propósito de enmienda –en el caso de Mar Morán así fue, tras nuestras quejas motivadas del primer zasca–, el olvido de aquel propósito se ha evidenciado con viejas costumbres, que son las que siguen:

Presión a los agentes como pan nuestro de cada día, expresada en llamadas a horas intempestivas, sin respetar el derecho a la desconexión digital. Presión a los agentes para que cambien su turno, bajo la advertencia de que si no lo hacen serán cambiados de campaña; o personas que han reducido su jornada, a quienes se les indica que si no la vuelven a ampliar a jornada completa se les cambiará de turno de trabajo. Todo ello parapetándose tras el buen trato dispensado sólo a una escogida cuadrilla, que le ríe todas las gracias, pero mostrándose tajante con el resto de la campaña.

Y no ya tajante, sino agorera de fatales consecuencias como las anteriormente dichas que, por otra parte, nada tienen que ver con derechos y normas, sino con caprichos y rentabilidades.

Los contratos de ETT de dicha campaña, igualmente, se han visto interrumpidos por la actitud de la empresa, gerenciada por Mar Morán. De un día para otro les han dicho “aquí se acaba vuestro viaje”. Cuestión que es más grave ahora más si cabe, cuando es más complicado conseguir un empleo por las limitaciones evidentes que impone el virus. Y en todo este puchero siempre hay un mismo ingrediente, que se repite más que el ajo y que echa a perder el gusto de la receta entera.

Por eso escribimos estas líneas, nuevamente, para que se comprenda que nuestro primer diagnóstico,
lejos de equivocarse, en este caso se confirma.

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